¿Cuáles son las fallas más comunes en los coches que hibernan en la montaña? Sigue leyendo para descubrirlo y evitar sorpresas desagradables.
Líquidos que se congelan: combustible, aceite y AdBlue
El frío extremo puede provocar la gelificación o congelación de los líquidos del coche, lo que dificulta su funcionamiento:
▶ El combustible: En temperaturas extremadamente bajas, la gasolina puede empezar a espesarse, pero el diésel es aún más vulnerable, ya que puede solidificarse y bloquear el sistema de alimentación del motor. Para prevenirlo, utiliza aditivos anticongelantes o repostajes con carburantes preparados para el frío extremo.
▶ El aceite del motor: Con el frío, el aceite puede perder su fluidez y, en consecuencia, su capacidad de lubricar correctamente el motor. Un aceite demasiado espeso puede aumentar el desgaste prematuro de las piezas y dificultar el arranque.
▶ El AdBlue: Este líquido, esencial en los coches diésel modernos para reducir emisiones contaminantes, se congela a -14 °C. Si esto ocurre, el sistema puede bloquearse e impedir el arranque del motor.
El frío disminuye la capacidad de la batería para conducir electricidad, lo que puede hacer que el coche no arranque. A temperaturas bajo cero, la batería puede perder hasta un 50% de su rendimiento. Para evitarlo, si tu coche pasa el invierno en la montaña, mantenlo en un garaje o desconecta la batería si no vas a usarlo por un tiempo prolongado.
Cuidado con los limpiaparabrisas y el parabrisas
La nieve y el hielo pueden dañar los limpiaparabrisas si intentas usarlos cuando están congelados. Para prevenir problemas:
▶ Levanta los limpiaparabrisas cuando estaciones el coche para evitar que se adhieran al cristal. ▶ No uses agua caliente para descongelar el parabrisas, ya que el choque térmico podría romperlo. ▶ Utiliza líquido limpiaparabrisas especial para invierno para evitar que se congele en los conductos.
La sal en las carreteras: el enemigo oculto
En carreteras de montaña, la sal es un recurso clave para derretir el hielo, pero también puede provocar corrosión en los bajos del coche, la suspensión y el tubo de escape. Para minimizar los daños:
▶ Lava tu coche regularmente, prestando especial atención a los bajos. ▶ Aplica productos anticorrosión en las partes más expuestas.
Embrague y neumáticos: el desgaste silencioso
▶ El embrague sufre especialmente en carreteras de montaña, sobre todo si conduces sobre nieve y hielo. Evita acelerones innecesarios y usa marchas cortas para minimizar el desgaste.
▶ Los neumáticos de invierno son imprescindibles cuando la temperatura baja de 7 °C. Si las temperaturas varían mucho a lo largo del día, considera los neumáticos all season, que ofrecen buen rendimiento en distintas condiciones.
Cadenas de nieve: úsalas correctamente
Si no colocas bien las cadenas de nieve, puedes dañar los frenos, la dirección o los guardabarros. Para evitar problemas, ensaya su colocación antes de necesitarlas o usa fundas textiles, más fáciles de montar.
Evita averías con una revisión en Nubecar
Si tu coche va a pasar el invierno en la montaña, una revisión preventiva es la mejor manera de evitar problemas. En la red de talleres Nubecar te ayudarán a preparar tu coche para el frío, revisando la batería, los líquidos, los frenos y la protección contra la corrosión. No dejes que el invierno te juegue una mala pasada y pide cita en tu taller Nubecar más cercano hoy mismo.
Cuando el invierno cubre de nieve y hielo las carreteras de montaña, no solo los conductores deben adaptarse a las condiciones extremas, sino también sus coches. Pasar largos periodos en temperaturas bajo cero puede causar averías serias y problemas mecánicos que, de no prevenirse, pueden hacer que tu coche no arranque justo cuando más lo necesitas
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