En 2009 Raimundo Ávila, deja de trabajar por cuenta ajena tras más de 20 años de servicio en el entorno taller donde completó su experiencia en automoción y vehículos industriales. El mundo del motor siempre fue su pasión, por lo que pasaba parte del tiempo indagando en ellos con el afán de repararlos. Mientras, demostraba sus dotes como jefe de taller organizando los trabajos diarios y asesorando a los clientes sobre las mejores apuestas de reparación que podían realizar a sus vehículos.