Cada vez que tenemos que coger el coche, especialmente en horas punta como al entrar al trabajo, al llevar a los peques al colegio, o durante las operaciones salida en los viajes, es probable que nos encontremos con una retención de tráfico más o menos importante. Los grandes atascos en los núcleos urbanos son también comunes debido a la gran cantidad de coches circulando en calles que no pueden soportar tanto tráfico.
Los atascos son motivo de desesperación para prácticamente todos los conductores, ya que ralentizan nuestra marcha, nos pueden hacer llegar tarde a nuestros destinos y, lo peor de todo, pueden provocar serias averías en nuestros coches si no adoptamos ciertos hábitos de conducción.
Las averías que pueden surgir en un atasco de tráfico pueden variar en gravedad. A continuación, te ofrecemos una guía detallada para evitarlas:
En los atascos, es fundamental quitar la marcha y poner el coche en punto muerto cada vez que nos detengamos. Aunque sea tedioso cambiar constantemente de marcha, mantener el embrague trabajando innecesariamente provoca un desgaste prematuro de esta pieza.
Conducir de forma progresiva y evitar acelerones bruscos es crucial. Acelerar bruscamente cuando la circulación se despeja un poco puede dañar la transmisión del coche.
Los frenos también sufren en los atascos. Si estamos detenidos, es importante no mantenerlos presionados constantemente. Al circular a baja velocidad, el sistema de frenos no se refrigera adecuadamente, por lo que es recomendable usar el freno de mano si prevemos estar detenidos un tiempo.
No revolucionar mucho el motor es otro consejo clave. Mantén el régimen de revoluciones entre 1.200 y 1.500 por minuto. Acelerar de manera contundente no solo aumenta el consumo de combustible, sino que también incrementa la temperatura del motor, lo que puede ocasionar sobrecalentamientos.
Para mantener tu coche en óptimas condiciones y evitar averías costosas, es vital llevar el vehículo a un taller para su revisión periódica. Los profesionales pueden detectar problemas incipientes y prevenir daños mayores, garantizando así la seguridad y el buen funcionamiento de tu coche.
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Si eres de los que sufren atascos con el coche, sabes que las retenciones, además de tediosas, pueden provocar averías importantes en nuestro vehículo.
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