Si quieres disfrutar de un habitáculo cálido sin comprometer la eficiencia de tu coche, sigue estos consejos clave.
► No tengas prisa. El sistema de calefacción en los coches con motor de combustión funciona aprovechando el calor generado por el motor. Encender la calefacción justo al arrancar no servirá de nada, ya que el motor aún está frío. Lo recomendable es esperar a que el indicador de temperatura alcance al menos un cuarto de su recorrido antes de activar la ventilación de forma gradual.
► Si tu coche cuenta con asientos o volante calefactables, ¡aprovéchalos! Estos sistemas eléctricos proporcionan calor inmediato mientras el motor alcanza la temperatura idónea para caldear el habitáculo.
► No pulses el botón de aire acondicionado (A/C). Muchos conductores lo activan sin darse cuenta, pero esto no ayuda a calentar el habitáculo y solo incrementa el consumo de combustible. Recuerda que el aire acondicionado está diseñado para enfriar, no para calentar.
► No pongas la calefacción al máximo de golpe. Esto no hará que el coche se caliente antes y, además, someterá al sistema a un esfuerzo innecesario. Lo ideal es subir la temperatura de forma progresiva, permitiendo que el aire caliente se distribuya uniformemente.
► Dirige el aire hacia los pies. El aire caliente tiende a subir, por lo que si lo orientas hacia la parte inferior del habitáculo, el calor se distribuirá de manera uniforme y creará una sensación térmica agradable en todo el coche.
► Evita dirigir el aire caliente hacia el techo. De lo contrario, el calor se acumulará en la parte superior y tus pies seguirán fríos, generando una incomodidad térmica y un consumo innecesario de energía.
► Evita temperaturas extremas. Aunque pueda parecer tentador subir la calefacción al máximo, un ambiente demasiado caliente puede provocar somnolencia y fatiga, aumentando el riesgo de accidentes. La mejor opción es mantener la temperatura entre 19 y 22 grados, asegurando confort sin forzar el sistema.
► No conduzcas con abrigos o guantes gruesos. Aunque haga frío, llevar prendas voluminosas limita tu movilidad y dificulta el ajuste del cinturón de seguridad, poniendo en riesgo tu seguridad en caso de accidente. Además, los guantes gruesos pueden reducir el control sobre el volante y los mandos del coche. Lo mejor es regular la calefacción para crear un ambiente confortable y evitar el exceso de ropa dentro del vehículo.
► Haz un mantenimiento regular. Si notas que la calefacción no calienta como debería, es posible que haya un problema con el circuito de refrigeración o el filtro del habitáculo. Para evitar sorpresas en los meses más fríos, es fundamental realizar revisiones periódicas.
Si quieres asegurarte de que la calefacción de tu coche funciona de forma eficiente y sin averías, confía en la Red de Talleres Nubecar. Encuentra tu taller más cercano y prepárate para un invierno cálido y seguro al volante.
Cuando el invierno aprieta, no hay sensación más placentera que subirse al coche y sentir el calor envolvente de la calefacción. Sin embargo, encenderla de cualquier manera puede provocar un aumento en el consumo de combustible, desgaste prematuro del sistema e incluso afectar a la seguridad en la conducción
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